¡Bienvenidas ensaladas!


¡Bienvenidas ensaladas!

Refrescantes, bajas en calorías y fáciles de preparar, las ensaladas son una gran opción en nuestros menús diarios. Sin embargo, si no queremos caer en el aburrimiento, hay que ir más allá de la simple lechuga y tomate. Y es que, por suerte, si algo tienen las ensaladas, es que admiten tantas variaciones como la imaginación nos permita.

Te sugerimos algunas ideas para dar más color y sabor a este plato estrella de esta época.

1. Variedad de ingredientes. La mejor manera de que nuestras ensaladas no resulten insulsas es hacerlas con ingredientes muy variados. Así, además de darlas color y alegría, las haremos más nutritivas y podremos tomarlas como plato único.

2. No te limites a la típica lechuga. Al margen de la lechuga, existen otros muchos vegetales verdes para componer tu ensalada: espinacas, rúcula, achicoria, endivias, col, pimientos asados o crudos… Juega a combinarlos. Un consejo: intenta aprovechar las verduras, hortalizas y frutas de temporada, estarán mucho más sabrosas.

3. Apuesta por las mezclas agridulces. La diversidad de sabores puede ser fabulosa. Prueba a mezclar en tus ensaladas manzanas, naranjas, mandarinas, kiwi, piñas, ciruelas… deja volar tu creatividad.

4. No solo vegetales. Cuando tomamos las ensaladas como plato único, una manera de hacerlas más contundentes es añadiéndolas otros ingredientes que no sean hortalizas, frutas o verduras. Así podemos hacer nuestra ensalada con una base de pasta, añadirla pollo, carnes asadas, incluso marisco.

5. Quesos y ensalada, un tándem perfecto. Los quesos, en todas sus variedades, son una buena alternativa para añadir a nuestras ensaladas. Puedes incorporarlo en daditos, en láminas muy finas cortadas con mandolinas o también rallado.

7. Cereales y legumbres para hacerlas más nutritivas. Los cereales y legumbres, como la quinoa, cebada, trigo, lentejas,
arroz (entre otras), son ingredientes que le darán un toque extra de sabor a cualquier ensalada por más simple que esta parezca.

8. Las semillas, un toque extra. Además de aportarle un toque diferente, las semillas harán tus ensaladas aún más saludables y es que son fuente de fibras, vitaminas, minerales y omega 3 y 6. Las semillas ayudan a reducir el colesterol, regular el transito lento y, lo mejor, son un buen aliado para bajar de peso.

9. Innova con el aderezo. El aderezo es fundamental en cualquier ensalada. Pero no te quedes con la sal, el aceite y el vinagre. Apuesta por salsas a base de queso, miel, yogurt y aceto balsámico.